La Política Económica es una disciplina autónoma de la Ciencia Económica a la que puede atribuirse un doble significado. Por una parte, se utiliza para referirse a la acción práctica de determinados agentes; por otra, posee, también, un contenido teórico.
LA POLÍTICA ECONÓMICA COMO ACTIVIDAD PRÁCTICA
Como actividad práctica la política económica es muy anterior a la consideración de la economía como ciencia y hace referencia a las actuaciones y medidas adoptadas por las autoridades públicas, fruto de una acción deliberada, que pretenden afectar a un conjunto de fines y objetivos de carácter socioeconómico.
Entre las posibles tipologías que pueden encontrarse de instrumentos y objetivos, las propuestas por Kirschen son las que han gozado de mayor aceptación. Entre los primeros cabría distinguir:
- Los instrumentos de carácter presupuestario o fiscal, mediante el manejo de ciertas partidas de gasto e ingreso públicos.
- Los monetarios y crediticios, utilizados para modificar la cantidad o el precio del dinero (tipo de interés).
- El tipo de cambio.
- Los controles y regulaciones.
- Las transformaciones en el marco institucional, que suponen cambios radicales en el entorno y en las instituciones que toman las decisiones o ejecutan las diferentes medidas de política económica.
Desde el punto de vista de los objetivos, la clasificación más aceptada es la que distingue entre:
- Objetivos principalmente a corto plazo (estabilidad de precios, reducción del desempleo y mejora del saldo de la balanza de pagos), ocupándose de su logro la política coyuntural,
- Objetivos principalmente a largo plazo (expansión de la producción, desarrollo económico y redistribución de la renta, entre otros), de los que se encarga la política estructural.
Junto a éstos han surgido nuevos objetivos que intentan satisfacer las demandas de una sociedad en continua evolución. Es el caso de: la protección y conservación del medio ambiente y de los recursos naturales, de la cultura y del patrimonio artístico; el desarrollo rural; y, la calidad de la vida en las ciudades, entre otros.
COMO TEORÍA
Junto a este aspecto práctico, la Política Económica, como teoría, tiene un significado que hace referencia a la actividad intelectual consagrada al análisis científico del proceso de adopción de decisiones por parte de los gobiernos y otras instituciones al objeto de conseguir un efecto económico.
En general, se acepta que la Política Económica es la contrapartida normativa a la Teoría Económica, que se mueve en la vertiente de las recomendaciones, las prescripciones y los consejos, y en la que tienen plena cabida los juicios de valor, las preferencias individuales o colectivas y las ideologías.