Las iglesias de madera de Maramures, en el norte de Rumania, en la frontera con Ucrania, forman parte del Patrimonio Cultural de la Unesco desde el año 1999.
Son ocho iglesias, las que destacan por encima de las demás, con diferentes formas y estilos arquitectónicos, distribuidas a lo largo de esta región rumana. Son las de Bársana, Budesti, Desesti, Ieud, Plopis , Poienile Izei, Rogoz y Sundesti.
SE CONSTRUYERON EN MADERA, DEBIDO A LA PROHIBICIÓN DE HACER IGLESIAS ORTODOXAS EN PIEDRA.
En esta zona, podemos apreciar el excelente trato que se le da a la madera, el cual, queda bien visible, en las puertas de los habitantes de la zona, los cuales, tienen sus puertas labradas con diferentes motivos, muchos de ellos relativos a la naturaleza.
Las iglesias de madera de Maramures en Rumanía.
La Iglesia de La Entrada de la Virgen María en la Iglesia, en Bársana, es de pequeñas dimensiones, siendo pintada con claras influencias del barroco.
La Iglesia de San Nicolás de Budesti Josani, fue construida, donde con anterioridad había otra iglesia. Fue pintada por uno de los mejores pintores de la época, Alexandru Ponehalschi, conservándonse tan sólo algunas pinturas. En Cuviosa Paraschiva, de Desesti, encontramos unas vigas, prolongadas, y esculpidas en escalera.
En la Iglesia de Ieud din Deal , se descubrió el códice de Ieud, la ley más antigua en rumano. Además, se conservan una colección de iconos, tanto sobre madera, como sobre vidrio, realizados, en el primer centro transilvano de pintura sobre vidrio, el centro de Nicula.
La Iglesia de los Santos Arcángeles de Plopis, posee el único perfil con tres cúspides en la bóveda de la nave. En Poienile Izei, encontramos la iglesia Cuvioasa Paraschiva, con un altar con cuatro lados, como los que se realizaban anteriormente.
La Iglesia de Santos Arcángeles de Plopis, tiene una nao con forma rectangular.
Por último, la Iglesia Santos Arcángeles de Sundesti, está considerada, como la construcción más alta en madera del país, ya que tiene una torre de 54 metros. Posee elementos esculpidos, de estilo barroco, además de iconos pintados con fondos de oro.
Otro lugar imprescindible en una visita a Maramures, pese a no tener la consideración de patrimonio de la humanidad, es el cementerio alegre de Sapanta, único en el mundo. Accederemos a él, desde Sighet. Fue realizado por Ion Stan Patras, y su aprendiz, Dumitru Pop. El autor, diseñó su propia cruz, ironizando sobre la muerte. En el cementerio, podemos encontrar, además de vivos dibujos, epitafios alegres sobre los difuntos, como sus aficiones, oficios, causa de sus muertes…
